Blog

Volver

Compartir

PENSAMIENTO CRÍTICO EN EL TRABAJO

Es una capacidad que nunca debemos perder. Claves para desarrollarla y potenciarla.

A veces por  «el deber ser»,  o por lo impuesto por cierto tipo de educación formal, o por las estructuras verticales o simplemente por el hecho de no quererle caer mal al resto, las personas perdemos y olvidamos nuestro pensamiento crítico. Una herramienta fundamental para desenvolvernos en todos los ámbitos de la vida. Como explica Cecilia Rodríguez Casey, licenciada en Psicología y directora de la consultora Rodríguez Casey & Asociados, el pensamiento crítico es la capacidad que tenemos todas las personas de analizar situaciones a través de la lógica, la observación y la reflexión, que nos permite tomar buenas decisiones y resolver de modo positivo gran parte de los inconvenientes que se nos presentan. Y en el trabajo, muchas veces, ese pensamiento crítico queda escondido detrás de miedos. Y no debe ser así. “Tener pensamiento crítico implica animarse a ser diferente, aceptando al otro, pero también buscar nuestro espacio. Comunicar los desacuerdos con asertividad y mantener nuestra cabeza abierta a todo: a los cambios, a la diversidad cultural, a los nuevos desafíos y también a ser creativos”, explica.

           Sin dudas, estamos en una era de gran acceso a la información y los estímulos, producto de internet y las tecnologías. Y todo esto nos obliga a priorizar más nuevas habilidades cognitivas para poder analizar todo este flujo de información al que nos sometemos diariamente. Y es dentro de estas habilidades que el pensamiento crítico cobra aún más significado. “Hoy ya no es tan trabajoso acceder a los datos, por lo que se vuelve mucho más relevante analizarlos, discernir lo que leemos, lo que nos dicen, contar con criterio claro y objetivo, reflexionar, usar el sentido común para descifrar lo que es un hecho de lo que es una inferencia o datos falsos… Ser flexibles, estar atentos, observar similitudes y diferencias, validar con hechos y argumentar lógicamente, es parte del pensamiento crítico que nos permite no dar por cierta cualquier información que otro nos brinda o nos enseña”, explica Casey.  Y agrega que ser pensadores críticos es también no ser sumisos y desarrollar el propio criterio, aún a riesgo de no encajar en algunos grupos.

PIENSO, LUEGO EXISTO

Como explicamos desarrollar y estimular nuestro pensamiento crítico es clave en esta época. Para lograrlo, Casey sugiere analizar y desmenuzar la información que recibimos; buscar la síntesis; y explorar al máximo nuestra flexibilidad: relacionarnos con gente que piense distinto a nosotros y animarnos a debatir con argumentos racionales y no impuestos por otros. Es decir, cuestionar lo dado por hecho. “Todo esto no siempre es sinónimo de simpatía, e incluso en algunos ambientes el pensamiento crítico no se estimula. Sin embargo, es el gran desafío de la educación y todo ambiente laboral que se considere actual o moderno”, argumenta.

           Por último, Casey nos brinda 2 consejos para tener más pensamiento crítico:

  • Desarrollar la reflexión. No reaccionar en automático, sino pensar, sentir y tomarnos unos minutos para responder de la mejor manera.
  • Estar atentos a nuestros pensamientos y emociones. Dar lugar tanto a la intuición como al juicio, la lógica, y desarrollar preguntas y cuestionamientos. Esto es indagar las fuentes de cierta información, razonar un mismo asunto desde distintos ángulos poniéndonos en el lugar del otro o cambiando la óptica tan solo para explorar criterios; y sacar conclusiones basadas en evidencia y no a partir de corazonadas. Tampoco dar por cierto historias o relatos según el mensajero: informarnos, leer o escuchar otras fuentes, analizar y luego si sacar nuestras conclusiones de modo reflexivo y no impulsivo.

Notas relacionadas

RAW AESTHETIC

La nueva tendencia en contenidos.

PAGOS CASHLESS

Avance de los métodos de pago sin efectivo.

RECOMENDACIONES Y TESTIMONIOS

¿Por qué son claves para tu negocio?